viernes, 15 de mayo de 2015






 Soñar…
 Aquel inmenso arenal…
 Polvo ardiente de oro y cristal
 Sediento, por  beberse un océano de aguas frescas
 Alfombra refulgente…tras el ocaso dejaba de brillar
 Luego volverse taciturno… melancólico.

Con el nocturnal manto, llega también la fría obscuridad
 Azuladas estrellas en el cielo, luciérnagas de fuego
 Con danzante titilar…

 Luego qué misterio veían mis ojos
 En un embrujado amanecer
 El sol pintando nubes de escarlata y carmesí…

 Pinceles son rayos luminosos
Trazas de un artista celestial.
Y  entre grava y arenilla, flores verdirrojas emergiendo sin cesar
Entre arbustos y palmeras, manantiales  cual espejos reflejando el sol

Arremete un viento poderoso, con bramido de tempestad
Toma  con su huracanado aliento  infinitos  granos
Los levanta, los esparce, ahora es un  tornado
Una  explosión que alcanza súbitamente
 Las pintarrajeadas nubes que están despertándose aún…

Luego un silencio de paz
El desierto es un bosque  florecido
Pájaros multicolores se posan sobre hojas tersas y fragantes
Dunas con agua brotando misteriosa y cristalina
Y  ojos de aves felices… hipnotizándose entre sí.


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