Soñar…
Aquel inmenso arenal…
Polvo ardiente de oro
y cristal
Sediento, por beberse un océano de aguas frescas
Alfombra refulgente…tras el ocaso dejaba de brillar
Luego volverse
taciturno… melancólico.
Con el nocturnal manto, llega también la fría obscuridad
Azuladas estrellas en
el cielo, luciérnagas de fuego
Con danzante titilar…
Luego qué misterio veían
mis ojos
En un embrujado amanecer
El sol pintando nubes de escarlata y carmesí…
Pinceles son rayos
luminosos
Trazas de un artista celestial.
Y entre grava y
arenilla, flores verdirrojas emergiendo sin cesar
Entre arbustos y palmeras, manantiales cual espejos reflejando el sol
Arremete un viento poderoso, con bramido de tempestad
Toma con su
huracanado aliento infinitos granos
Los levanta, los esparce, ahora es un tornado
Una explosión que alcanza
súbitamente
Las pintarrajeadas nubes
que están despertándose aún…
Luego un silencio de paz
El desierto es un bosque florecido
Pájaros multicolores se posan sobre hojas tersas y fragantes
Dunas con agua brotando misteriosa y cristalina
Y ojos de aves
felices… hipnotizándose entre sí.
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