viernes, 15 de mayo de 2015






 Soñar…
 Aquel inmenso arenal…
 Polvo ardiente de oro y cristal
 Sediento, por  beberse un océano de aguas frescas
 Alfombra refulgente…tras el ocaso dejaba de brillar
 Luego volverse taciturno… melancólico.

Con el nocturnal manto, llega también la fría obscuridad
 Azuladas estrellas en el cielo, luciérnagas de fuego
 Con danzante titilar…

 Luego qué misterio veían mis ojos
 En un embrujado amanecer
 El sol pintando nubes de escarlata y carmesí…

 Pinceles son rayos luminosos
Trazas de un artista celestial.
Y  entre grava y arenilla, flores verdirrojas emergiendo sin cesar
Entre arbustos y palmeras, manantiales  cual espejos reflejando el sol

Arremete un viento poderoso, con bramido de tempestad
Toma  con su huracanado aliento  infinitos  granos
Los levanta, los esparce, ahora es un  tornado
Una  explosión que alcanza súbitamente
 Las pintarrajeadas nubes que están despertándose aún…

Luego un silencio de paz
El desierto es un bosque  florecido
Pájaros multicolores se posan sobre hojas tersas y fragantes
Dunas con agua brotando misteriosa y cristalina
Y  ojos de aves felices… hipnotizándose entre sí.


viernes, 8 de mayo de 2015

DÍADE LA MADRE


a de la Madre

Es extraño… muy extraño... pero creo que a cualquier persona en el mundo, en algún momento de su vida le debe haber ocurrido alguna experiencia  especial, que escapa a la lógica de nuestro normal raciocinio.
Aquella madrugada de mayo desperté sobresaltado en la penumbra de mi habitación… soñaba que me encontraba en el claro de un bosque, un lugar  lleno de árboles y aves multicolores …de pronto aparece mi hijo con un gran reloj  de manecillas, diciéndome asombrado: Observa lo que aparece si miras a través del cristal de este reloj.
Se veía un ataúd, y sobre el unas flores marchitas.
No sé porqué, ni como, pero lo cierto es que lo identifiqué como el féretro que contenía los restos de mi Madre fallecida hace casi veinte años.
Sentándome sobre la cama, muy Intrigado  me puse a escudriñar en mis adentros y tratar  de encontrar alguna luz o explicación a este raro sueño.
Recordé  la última vez que había visitado el cementerio  hace más de un año  y no me fue posible encontrar la tumba de mamá, pues aquel invierno había sido tan fuerte y ocurrieron deslaves, que arrasaron y borraron muchísimas  tumbas en las laderas del camposanto… por más que busqué, todo fue inútil y me resigné  a creer que la tumba definitivamente había quedado perdida, debido a los efectos de estos eventos naturales.
Entonces fue por esta razón, que habiéndose celebrado recientemente el día de la madre, no encontré la motivación suficiente para visitar el cementerio…… pues la tumba ya no estaba, había desaparecido.
Ya nunca más la veré, pensé en voz alta.
Con la mente ya un poco  despejada del abrupto despertar, seguía sin poder dormir tratando de encontrar alguna conexión entre este sueño y la realidad…solo pude imaginar que era un mensaje… un  singular mensaje de mi subconsciente… un mensaje surgido o enviado de un origen que aún hasta ahora no puedo explicármelo…Quizá  dentro de este mensaje el reloj significaba el tiempo… mirando a través de el encontraba el olvido…
 El olvido y abandono representado en las flores secas… marchitas…descoloridas…Parecía un aviso que me traía una pálida reminiscencia  del   estado en que había quedado el sepulcro de mi Madre.
En ese mismísimo instante, con cierta angustia en mi ser interno, me hice la promesa de ir al cementerio el próximo fin de semana que estaría en la ciudad.
Aquel domingo, temprano llegué  al cementerio  y recién entrando me sorprendí  e impresioné grandemente … no había dado muchos pasos, pero allá….allá arriba entre unas ramas visiblemente florecidas, como por cuestión mágica pude observar la pequeña cruz con el nombre de mi  Madre… era increíble… subí apresurado abriéndome paso entre los escombros y arbustos…
Efectivamente allí estaba… si… allí estaba esa pequeña  pero firme cruz  de concreto, erguida  sobre aquella blanca  lápida… esa pequeña pero  maciza lápida que yo mismo…
 ¡Yo mismo  Diosito santo ¡
 Yo mismo, escarbando la tierra con mis  propias manos, había construido muchísimos años atrás!
Y ahí en ese preciso momento… con el semblante taciturno y estrujado el corazón… recordé todos los pesajes de mi vida junto a mamá, cuando aun conmigo estaba.
Y tu….Olvidaste  ya tu infancia cuando tu Madre con un beso sanaba tus heridas….Cuando su canto te llegaba lleno de magia  y su sonrisa era  tu divina alegría…..cuando  sus delicadas manos  eran  las más bellas y fuertes del mundo…cuando el brillo de sus ojos borraba todos tus temores, y su voz….su inimitable y dulce voz te hipnotizaba.
Olvidaste  tal vez que ella era tú  todo…….tu vida, tu aire, tu alegría, tu estrella….tu mundo, tu sol…tu universo………   o quién sabe si tu  mismísimo Dios sobre la tierra ¡
Entonces  en este día especial, no importa donde esté, ve… corre y encuentra a tu madre…abrázala…bésala… dile que la amas…que la quieres…entrégale flores… arrodíllate  ante su sagrada presencia… Pídele su bendición.
Si… ella es tu Madre del alma… tu benefactora eterna… fue la luz de tus ojos, la sangre de tus venas… y si por designios divinos ya no está contigo… no esperes mas y emprende un viaje… una nostálgica travesía quizá, una caminata… una carrera.
Si...impetuoso ábrete paso… arranca arbustos y follajes… que no te importen las espinas del camino… aparta piedras y malezas… escarba, limpia… pinta y adorna con frescas flores esa  tumba venerada… y si de tus ojos brotan perlas quemando tus mejillas ... es que habla  tu espíritu con  lágrimas del alma… se entonces feliz ... porque es tu  corazón que se  expresa  con lenguaje puro y verdadero … en   el idioma mudo y misterioso  que te hará  sentir estremeciéndote :

               ¡ES VERDAD QUE TUVISTE A DIOS SOBRE LA TIERRA!


domingo, 3 de mayo de 2015

¡Mira! una mujer nos sigue



¡Mira! una mujer nos sigue


De pronto, tomé en cuenta que  caminaba  en las calles pintorescas  de un pueblo desconocido, no se a donde iba ni de dónde venía, había colores traducidos en jardines y parques con ramas florecidas, veredas con radiantes perfumadas flores y huellas de zapatos humedecidos. Ungía  el ambiente  una tenue neblina azulada y brillante, emergiendo desde el suelo y elevándose a las nubes.

La gente presurosa y despreocupada semejaba como manchas coloridas en agitación, respirando transparentes moléculas de oxigeno purificado, se movían en todas las direcciones.

Un amigo tras de mí, del cual no percibo su nombre  en  mi memoria, me dijo:

 ¡Mira! una mujer nos sigue y nos ha observado  todo este tiempo, mis ojos buscaron esa imagen y he ahí,  en el otro extremo de la calle la figura de aquella mujer enigmática, lucía hermosa y radiante, tenía la apariencia de un ser celestial y su vestimenta destacaba con colores divinos, parecía más que una princesa, parecía más que una reina, realmente parecía una virgen sagrada…

Se estremeció todo mi ser, esa mujer era mi madre, mi madre fallecida hace 20 años.

La luz del sol entró en ebullición con millones de colores, trinaron aves milagrosas, danzaron flores a causa de una brisa sutil y vivificante, sentí la magia misteriosa de un poder supremo…

No dije ni dijo una sola palabra, únicamente  se acercó y puso tiernamente joyas de oro entre mis manos.
Desperté con mi rostro humedecido por una tempestad interna, una lluvia inexplicable que cobró vida dentro de mi corazón mientras dormía…

Y luego  buscó escaparse  por mis ojos.