sábado, 7 de marzo de 2015

Mujer





Una hermosa leyenda cuenta que cierto día en el Paraíso Celestial, un Ángel  observaba al Señor que estaba muy concentrado en un trabajo.

El Ángel preguntó: ¿Señor, que haces con tanto esmero?
Dios le respondió:   Trabajo en una obra muy especial.
Pero señor, si todas tus obras son grandiosas y  especiales!

 Ah…  Pero esta será  particularmente muy especial:

Será capaz de estar en pié, cuando aún no salga el sol, acostarse muy entrada la noche,  o circunstancialmente ni siquiera  dormir…Si fuera el caso podrá alimentarse tan sólo de pan y agua,  y aún así, se privaría  de hacerlo con tal de poder saciar  a los suyos.

Venciendo temores, enfrentará cualquier peligro con no más armas que sus manos desnudas, con sus besos sanarán muchas heridas… ciertamente  hasta  el hombre más fuerte se doblegará ante ella. Las caricias de sus manos serán alivio para muchos dolores, su sonrisa resplandecerá más fuerte que los rayos del sol, se levantará cuantas veces tropiece y caiga, sus brazos darán calor y abrigo a quien quiera que busque su regazo, sus ojos serán brillantes, tiernos y amorosos.

Oh, señor estas poniendo demasiadas cosas en una sola obra.

Es que ésta será mi obra maestra.

El Ángel se acerco y tocando  la obra exclamó:

  ¡Es muy suave!

Si, dijo el señor, muy suave,  pero tendrá la fortaleza, la decisión, el coraje, la valentía y el entusiasmo para no rendirse ante la adversidad, será perseverante, incansable y… supremamente amorosa

 Entonces el Ángel observando algo sobre el rostro de la obra del señor expresó:
¡Mira¡ Tiene una fallita

Respondió el Creador:
No,  no es una falla, eso es una lágrima.

El Ángel  pregunto:
¿Qué es una lágrima?     

Las lágrimas serán el medio a través del cual ella expresará sus emociones, sus penas y alegrías…a través de ellas mitigará su dolor.

Si...... después de cada lágrima ella será más fuerte.

¿Y qué nombre llevará esta maravilla Oh Señor?

Se llamará  Mujer… contestó Dios.



domingo, 1 de marzo de 2015

Un Hogar






Un Hogar


Un hogar…no importa cómo y con que esté construido, tampoco donde esté situado, quizá sobre la nieve, en las montañas, en la playa, o entre los árboles, tal vez en la ciudad…

Ciertamente cada sublime hogar, podría tener sus paredes pintadas  de colores agradables que eligieron sus dueños o bien no.
 Si…cada  casa es como un pequeño mundo, un mundo particularmente diseñado para la familia, un universo en miniatura, donde cada familia o pareja  hacen sus vidas  según fueron programados por el creador.

 Un hogar, que bonito y bello es un hogar, un hogar es sagrado, un hogar es abrigador y tibio, en un hogar se conjugan las vivencias  de quienes lo habitan, mas allá de las sensaciones y emociones que pueden percibirse en cualquier lugar en que estemos ubicados. Un hogar es otra cosa, es  algo supremamente especial, es parte de la vida e intimidad de las personas, se lo siente como parte de nuestro  propio cuerpo, es algo como humanizado que forma  parte de la familia....no se................
Si, un hogar es algo verdaderamente grandioso, por eso  todos los seres,  tienen en la naturaleza un lugar para vivir, las aves sus nidos, las fieras sus cuevas y madrigueras, los perros buscan  cualquier rincón para dormir, los gatos en igual forma,  y ese sector circundante es su hogar, entonces  el hogar de sus amos, termina de esta forma siendo también su propio hogar.

Miremos pues que cada  hogar, tiene colores preciosos, brilla y resplandece por lo que es, mas no por su configuración material, es bello a los ojos que  miran con entusiasmo, con amor  y alegría, hay un decir que expresa  “las cosas adquieren la forma de acuerdo a los ojos que la miran”, algo es bonito, bueno, malo o feo, según los ojos  con que las  ves.

Ese refugio, es un nido familiar, un hogar, una familia, un universo donde giran las pequeñas cosas cotidianas familiares, el desayuno, el TV, el PC las sábanas, el olor de las comidas escapando desde la cocina, el sabor del pan caliente y su aroma característico , la taza de café tibia y fragante, los platos, los manteles, los libros, el periódico, las cortinas, las ventanas , y el sol filtrándose a través de algún  vidrio, dando vida y calor natural a cada  hogar.
Afuera, o dentro quizá una típica  mascota, con ojos curiosos y sus colores comunes, blanco, negro, café…, las plantitas verde amarillas  de algún macetero ansioso de agua. Hay miles de palabras para seguir describiendo las cosas simples, sencillas pero hermosas de cualquier  tibio y colorido hogar.
El color de las nubes, el olor del aire, el golpe de los vientos, el bullicio de la calle, el sonar de los carros, y el rumor de voces de las gentes que pasan, esto también se hace conocido y familiar al lugar donde está construida cualquier casa.

Cada lugar tiene su forma propia y particular que la diferencia de los demás, por eso reconocemos el lugar donde vivimos. Porque tiene sus propias diferencias, estas se graban en la mente y nos permite recordar cada detalle, cada olor, cada ruido.  Pienso que cerrando los ojos, podríamos saber que estamos allí, con solo percibir y sentir la  magia  sublime que sólo puede emanar de cada santo hogar.

Si,............. podría decir también que un hogar es  la vida misma, es el alimento para el alma, es un fuego que abriga y conforta… y es  por añadidura un refrescante  hielo para enfriar y mitigar  los dolores del corazón, del alma… y las penas de  cualquier origen.


 ¡Qué bonito es un hogar|!